27.1.09

Shhhh...

Creo que despierto, aunque no sé si dormía.
Todos me miran, sus pequeños ojos brillantes son lo único que alcanzo a ver.
Hay muchos a mi alrededor, pero no siento miedo.

Sólo los miro, como si fuese algo que he hecho toda mi vida. Como si siempre hubieran estado aquí.
Cuchichean... imposible entender nada.
No sé si en realidad lo intento.
Un par de ojos se desplazan hacia mi y puedo oír sus pasos.
La poca luz que hay me permite ver que a esos ojos les acompaña una pequeña y curiosa cara de duendecillo y su respectivo cuerpo.
No estoy sorprendida de lo que veo, en cambio, el extraño ente parece sí estarlo.
Se acerca sigilosamente y da un paso atrás cada vez que pestañeo.
Es pequeño pero yo siempre imaginé a los duendes más bajitos aún.
Observo como curiosea a un palmo de mi cara aproximadamente. Intenta causarme alguna reacción.
Es gracioso, pero yo no me río, no me muevo, no parece que me sienta si quiera.
El pequeño duende decide dar un paso más y coloca su mano en forma de caricia en mi rostro. Lo hace una segunda vez y mis ojos empiezan a llorar.



3 comentarios:

Ana dijo...

Me cuesta imaginar a duende sin gorro de duende..
El tuyo llevaba gorro..??
Tal vez lo podamos localizar, se de unos duendes con gorro que viven entre las rocas frias del norte de España y q se alimentan de las pesadillas de la gente.
Si te animas vamos a buscarlo... y lo secuestramos amablemente.

Mua

Quico dijo...

Yo mido 1,72, pero no llevo gorro...

Nerea dijo...

Anä: Creo que si llevaba.

Quico: Yo mido menos...